Zac Wild reemplazó al masajista habitual de Bridgette B y se le asignó la difícil tarea de masajear a Bridgette con los ojos vendados. Bridgette quiere sus manos, no sus ojos, en sus curvas perfectas, pero pronto querrá su pene profundamente dentro de su boca, coño y ano una vez que sienta la magia de su polla. Buena película, hermanos