Cuando Makoto visitó la casa de un amigo, descubrió accidentalmente un vibrador. Fue la suegra de mi amiga Aya quien fue allí a toda prisa y trató de compensarlo. ¡Qué belleza quiere follar! Pensando eso, Makoto no pudo contener su impulso y exigió una mamada como condición a cambio de devolverle el vibrador. Makoto se convenció al ver la expresión de Aya, mirando a Ji-Po con ojos acerados, como le había pedido aunque no le gustaba. "Después de todo, esta hermosa mujer quiere una polla..."