Madre e hija mantienen una relación hombre-mujer desde hace un tiempo. Irónicamente, los dos no pudieron reprimir sus deseos porque sus cuerpos eran muy compatibles, porque padre e hijo se convirtieron en enemigos el uno del otro. Además, si bien la vida de mirar furtivamente a su marido y buscar el cuerpo del otro se intensifica cada vez más, últimamente se ha vuelto tan depravada que es imposible no amarse día y noche. Y hoy también ambas esperan que sus maridos salgan, lo que les provoca ardor en las ingles.