Tsukasa Aoi y yo trabajamos juntos en la misma empresa. Yo estoy casado y ella no. Esta vez toda la empresa se fue de viaje de negocios y nos alojamos en un complejo de aguas termales. Esa noche después de emborracharnos, mis compañeros se durmieron y sólo Aoi y yo estábamos despiertos. Me sorprendió porque mientras hablaba Aoi intentó seducirme y luego, aunque estaba casada, no pude superar la tentación de esta bella y lujuriosa colega.