El investigador Suzume se cuela en una empresa fabricante de aceite afrodisíaco utilizando drogas ilegales. Con su fascinante belleza y atractivo sexual, se las arregla para no meterse en problemas cuando los hombres se aprovechan de ella. ¡La probaron con un poderoso afrodisíaco y una polla perversa la excitó! ¡Una mujer orgullosa con un fuerte sentido de la justicia debe soportar la tortura sexual mientras tiene repetidos clímax forzados!