Como de costumbre en la mañana, Mio fue a despertar a su hijo que estaba estudiando en la escuela intensiva. Vi a mi hijo masturbándose allí. Mio estaba sorprendida por el tamaño de su hijo después de una ausencia tan larga. El hijo era tímido, pero se sentía mujer en su madre. Esa noche, el hijo miró a Mio, a su padre y a las actividades de la noche. A la mañana siguiente, Mio entró en la habitación para despertar a su hijo. El hijo estaba decidido a atacar a Mio. Mio también lo aceptó. A partir de ese día, el hijo le robó el ojo a su padre y continuó buscando el cuerpo de su madre...