No solo eso, sino que también le pidió a Koharu Suzuki que se tomara una selfie con un sextoy que había traído de casa para que ella se sintiera estimulada por el placer del que él pudiera apoderarse libremente de este cuerpo regordete y delgado sin ninguna resistencia ni ser detectado por sus padres. Las acciones de este tutor pervertido y codicioso son muy condenables, enseñar no es enseñar, solo enseñar es malo, es bueno.
