Durante las vacaciones de verano, Erina, una estudiante universitaria, regresa a la casa de sus padres. Erina, que estaba empapada en sudor por el intenso calor, sabía que la bañera de su casa no funcionaba, por lo que pidió prestada la bañera de la casa de su abuelo siguiendo la recomendación de su madre. El abuelo, que estaba molesto por el sexy crecimiento de Erina, que había regresado después de una larga ausencia, no pudo reprimir el fuerte deseo que surgió por primera vez en décadas y atacó a Erina con ímpetu. Y aprovechó la debilidad de Erina diciendo: "En una zona rural como ésta, si se difunden los rumores, las madres no podrán salir".