Sumire, la niña más bella de la zona, participará en el viaje anual a las aguas termales para fortalecer la amistad de la asociación de vecinos. Sin embargo, mi papá, que siempre va conmigo, no pudo ir por motivos de trabajo, así que esta vez decidí ir sola con él como cuidador. Los médicos de la zona la conocían desde pequeña. Sumire era inocente y no tenía ninguna precaución ni nada. Sin embargo, unos viejos feos, deseosos de la apariencia madura de una hermosa chica que conocían desde hacía mucho tiempo, se aprovecharon de la ingenuidad de Sumire y gradualmente comenzaron a acosarla sexualmente repetidamente.