Shoko, que dirige una pequeña empresa de ropa de venta por correo, tiene una vida ocupada. En ese momento, el padre de Shoko vino de repente de visita. Escuché que un día, cuando Shoko visitó la fábrica en la ciudad de su padre, Sugiura, el presidente de una empresa de TI que se encontraba allí, le tomó simpatía a Shoko... La fábrica en la ciudad de su padre fue patrocinada por Sugiura, y no podía dejar que pasara desapercibido, por lo que Shoko no tuvo más remedio que aceptar el nombramiento de Sugiura por motivos de negocios.