Eri y su marido viven felices juntos, excepto que su marido siempre está ocupado con el trabajo. Un día Yuka la invitó a asistir a una reunión de clase. Yuka compartió que su esposo siempre está ocupado con el trabajo y quería el consejo de Hamano. Hicieron una fiesta para tres personas, pero Yuka tuvo que irse a casa primero, dejando al hombre y a la mujer en una habitación. Hamano es alguien que admira a Eri desde que estudiaban juntos pero nunca tuvo la oportunidad. Esta es la mejor oportunidad para que él demuestre sus sentimientos. Debido a la falta de relaciones matrimoniales, Eri poco a poco dejó de negárselo a Hamano.