Así que quiere que vaya al gimnasio con ella para volver a estar en forma como antes. Realmente no me gusta hacer ejercicio en absoluto. Al principio la complací, también practiqué durante una semana, pero no pude continuar más y me di por vencido.
Solo ella quedó para practicar con el PT alto, sus músculos tonificados muy bien para hablar. Sentí que la distancia entre ellos dos se acercaba cada vez más, pensamientos constantes de él durmiendo con su esposa aparecían constantemente en mi mente.
Decidí comprar una grabadora y ponerla dentro del bolso de mi esposa. Por la noche, cuando mi esposa llegó a casa y fue al baño, saqué la grabadora para comprobarlo. Y luego descubrí la verdad...