Las mujeres casadas pero infértiles acudieron al hospital en busca de ayuda médica. Un médico pervertido engañó a mujeres pobres con su credulidad. Continuamente decía dulces palabras para seducir y hacer que las mujeres aceptaran dejarlo comprobar si tenía cáncer de mama, seguido de la cantidad de fluido sexual secretado para comprobar la causa de la infertilidad. Y como excusa para hacer correr más jugo, empezó a dejarles usar el vibrador, luego sus dedos, y cuando no prestaban atención, usó su propia polla para metérselo dentro de Apellido. Como confían en el médico, no están satisfechas con tener relaciones sexuales con sus maridos y, sobre todo, quieren tener hijos, las mujeres aceptan gradualmente los métodos del médico, accediendo a dejarle concebir y entregarles la semilla en su interior...