Había hecho gestos para expresar su deseo de tener relaciones sexuales con la empleada, pero ella se resistió y se negó rotundamente. Sin embargo, eso no lo detuvo, cuando ella no se dio cuenta, puso en secreto el afrodisíaco en la botella de agua y la invitó a beber. Finalmente, se logró lo que quería, la empleada estaba constantemente retorciéndose y agitada en su cuerpo cuando el afrodisíaco comenzó a hacer efecto, que también fue el momento en que pudo controlar su cuerpo con facilidad.