Tabuchi, que dirige una empresa, tiene un cliente que le interesa. Tabuchi, que sentía que había algo en ella que otras mujeres no tenían, le pidió con valentía que fuera al límite. Cuando entraron a la habitación, se abrazaron y besaron ferozmente. Si extiendes la mano y tocas la entrepierna de Sara, te parecerá inapropiado.