Mi hermana fue contactada por la empresa donde trabaja en el sector de finanzas de consumo y decidió renunciar. La razón es que mi hermano, con quien vive, tiene una gran deuda. Sin embargo, mi hermana sigue trabajando como un robot en una tienda de conveniencia para pagar la deuda de mi hermano. Las deudas se acumulan y el cansancio poco a poco desgasta su espíritu, y cuando todo se vuelve sin sentido, mi hermana se convierte en una vendedora de conveniencia para un hombre que se relaciona con cualquiera, en cualquier lugar.