Quizás el suegro no lo recuerda, pero Saya nunca podrá olvidar el beso de su padre político. Hoy, la pareja vuelve a visitar a su padre, y Terada Here se siente ansiosa, preocupada de que lo sucedido anteriormente vuelva a repetirse.
Sin embargo, pasó una noche sin que ocurriera nada, por lo que Terada Here pudo sentirse un poco más tranquila. Al día siguiente, su esposo salió a pescar temprano.
El suegro se acercó a hablar con ella, le dio una gran suma de dinero y a cambio, quería besarla como antes.
Resulta que él no ha olvidado ese beso, y Terada Here también necesita dinero; el salario de su esposo siempre le hace sentir avergonzada al salir a cenar con amigos. Y sin esperar su consentimiento.
