Un día, Yuka - la suegra de Yuzuru - llegó de repente pidiendo quedarse en su casa. Resulta que una amiga de Yuka le sugirió que se convirtiera en modelo de lencería. Habiendo vivido toda su vida por su esposo e hijos, ella también quería hacer algo por sí misma. Por supuesto, el esposo de Yuka se opuso rotundamente, lo que la hizo enfurecer y marcharse a casa de su hija en Tokio para quedarse. Para calmar a su madre, Yuzuru y su esposa le sugirieron que se quedara una semana, durante la cual intentarían apaciguarla. Esa noche, Yuzuru quiso ir al baño y, mientras caminaba, vio la luz que salía de la habitación de su suegra. Resulta que estaba probándose lencería, unas prendas sexy que dejaban sin aliento. Yuzuru no pudo controlar su cuerpo y metió la mano en sus pantalones sin darse cuenta. Yuka también se dio cuenta de eso. Al día siguiente, ella le pidió a Yuzuru que le tomara fotos mientras vestía lencería para enviárselas a su amiga. Ver a su hermosa suegra vestida con un conjunto de lencería extremadamente provocativo justo frente a él hizo que Yuzuru no pudiera soportarlo más. Se lanzó hacia ella, tocando y besando todo el cuerpo de su suegra. Al principio, Yuka también se opuso, pero la sensación de excitación, así como la técnica hábil de su yerno, despertaron el deseo reprimido que había estado dentro de ella durante tanto tiempo. Hacía mucho tiempo que no la trataban como 'una mujer', Yuka ignoró todo, solo quería sumergirse en el sexo con Yuzuru durante toda una semana que estaría aquí...