No estaba enfadada en absoluto, pero me quería... ¡Practiquemos la postura de conducción con ella! El caso era que Shiina Sayuri era la amante del otro hombre, y él siempre criticaba sus escasas habilidades sexuales, especialmente la equitación. Shiina Sayuri pensó que por esa razón, se estaba cansando de ella y venía menos aquí. Quiere mejorar su sexualidad y ayudar a los hombres a sentirse aún más felices. Y a partir de entonces, me convertí en una herramienta para que ella practicara. Solo me permitían quedarme quieto y ella cabalgaba sobre mí. Pero con el tiempo, parecía aceptarme más, ya no lo hacía todo sola, sino que me daba la iniciativa, disfrutaban juntas del placer sexual...