Marika, que decidió vivir juntos por la comodidad de su hija y su marido. La hija y su esposo discuten constantemente sobre el trabajo y la crianza de los hijos, su vida nocturna no es fluida. El yerno está lidiando con el deseo sexual acumulado con la ropa interior de Marika. Una noche, mi yerno se coló en la habitación de Marika. Abrí las piernas de la dormida Marika y metí mi boca en su vagina. Marika se despertó y notó un cambio en la parte inferior de su cuerpo. Un yerno se quejó: "Suegra, no puedo soportarlo". Marika cuando se entera de que la incómoda relación entre su hija y su marido se ha vuelto lamentable y acepta a su yerno...